Hildegard Von Bingen: siglo XII d.C.
Desde muy niña tuvo visiones que más tarde la propia Iglesia confirmaría como inspiradas por Dios. Vivía estos episodios conscientemente, sin perder los sentidos ni sufrir. Los describió como una gran luz en la que se presentaban imágenes, formas y colores; iban acompañados de una voz que le explicaba lo que veía y, en algunos casos, de música.
En 1141, a la edad de cuarenta y dos años, le sobrevino un episodio de visiones más fuerte durante el cual recibió la orden de escribir las que en adelante tuviese. A partir de entonces, Hildegard escribe sus experiencias, que recogerá en su primer libro, el Scivias (Conoce los caminos), que concluirá en 1151.
Otras de sus obras son el Liber Divinorum Operum sobre cosmología, antropología y teodicea, el Liber Vitae Meritorum sobre teología moral, el Liber Simplicis Medicinae o Physica sobre las propiedades curativas de las plantas consideradas desde una perspectiva holística y el Liber Compositae Medicinae o Causae et Curae sobre el origen de las enfermedades y su tratamiento.
Creadora de un alfabeto personal - litterae ignotae - que usó para su Lingua Ignota, primera lengua artificial conocida, fue autora además de un buen número de obras musicales entre las que se encuentran dos sinfonías, un oratorio y un auto sacramental.
Poco antes de su muerte y a causa de un desacuerdo con Hildegard, los prelados de Maguncia pusieron un interdicto - que posteriormente fue levantado - al monasterio de Rupertsberg del que era abadesa. Por él se prohibía el uso de las campanas, los instrumentos y los cantos, en la vida y la liturgia de Rupertsberg: Hildegard contestó enviando una carta en la que defendía el significado teológico de la música.
Escucha música de Hildegard Von Bingen:
Caritas Abundant
O Aeterne Deus
O Virga Ac Diadema
O Ierusalem
O Rubor Sanguinis
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